Te he oído,
desde siempre,
decir que me amas.
Cada vez más convencida,
cada vez con más ganas.
Te he escuchado,
siempre,
con los oídos sensibles del corazón.
No hay vez
en la que no me haya estremecido.
Me dices que me amas
y me das vida.
Vivo,
si me amas.
Si no me amas, no me interesa la vida.
Francisco de Sales