No pago alquiler
en los bancos donde duermo;
a veces bancos de descansar,
a veces bancos de dinero.
A veces me echan.
De los dos bancos.
Eso es cierto.
A veces con amabilidad.
A veces de un modo violento.
Y entonces me acoge el cielo
y me tapa con su oscuridad.
Es una manta con estrellitas.
A veces paso miedo.
O frío.
O nostalgia.
O lloro.
O deseo morir.
Pero no muero.