La felicidad sencilla

La felicidad pequeña,

esa que es amable y satisfactoria,

que es modesta y callada,

no busca titulares

y está al alcance de quien quiera

acogerla sin demasiadas condiciones.

La felicidad sencilla,

la que siempre está a mano,

la que cabe en cualquier persona,

está dispuesta a encontrar asilo

en cualquier corazón abierto.

La felicidad de bolsillo,

la que se puede llevar encima

y usar en todos los sitios,

la que es tan manejable y poco exigente,

y tan generosa de agradables satisfacciones,

es una aspiración razonable,

un regalo que todos merecemos.

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