Entonces sintió,

como nunca,

como no se había permitido antes,

cómo de rota tenía el alma,

cuánta derrota sentía en su corazón,

que su tristeza era su carta de presentación,

dónde sus ojos eran puro llanto,

por qué su boca no reía,

quién mandaba en su vida,

cuándo se rindió definitivamente,

cómo de profunda era su desolación,

por qué el sol se le ocultaba,

quién alimentaba su tristeza,

qué le martirizaba.

Entonces sintió,

como nunca,

como no se había permitido antes,

qué lejos estaba de sí mismo,

qué invisible era el camino de regreso,

cuánto dolor acallado le mataba,

y por qué lloraba tanto

y tan a menudo.