Este llanto no es de hoy,
lleva años aguardando
una razón poderosa
para emprender el camino
de su auto-destrucción.
Esta sombra no es de hoy;
se la ve feliz y así no soy yo.
Tal vez sea de ayer
o del día de mi nacimiento.
Esta muerte no es de hoy:
lleva media vida conmigo;
es una muerte que me pertenece,
es un latido sin ganas de vivir.
Esta despedida no es de hoy.
Ya la he manifestado más veces;
ya he preparado las viandas
para el camino sin retorno.
Nada diré, sólo silencio,
y que sea él quien busque
las palabras más apropiadas
o los silencios más abiertos.