Nada va bien
cuando la cordura
no hace bien su trabajo;
cuando el invierno conoce,
por fin y personalmente,
a la primavera;
cuando el frío
deja de temblar;
cuando la noche
no sigue al día;
cuando una voz
habla con silencios;
cuando amar
es solamente un verbo;
cuando los besos
saben a Judas;
cuando los ojos
esconden las miradas;
cuando las cosas
no son lo que son
ni lo que tienen que ser;
cuando el punto final
no consigue poner el fin.
Nada va bien.
Nada es lo que es.