Cuánto

Cuánto me gustaría

escapar

de esta tristeza tan obstinada,

de este penar tan repetitivo,

de esta angustia sin escapatoria,

y ser alguien simple,

sin tormentos ni tormentas,

y no ser el blanco de las desgracias

y sí el ave libre de los cuentos.

Cuánto me gustaría

no tener un corazón como el que tengo,

que es más sensible que yo,

desobedecer a mi alma,

escapar de todo,

encerrarme en un sueño

y cerrar por dentro con llave.

Cuánto me gustaría

ser una nube,

ser tu almohada,

ser tu pensamiento favorito

o tu Ángel de la Guarda.

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