Para contigo
el olvido es mi bien más preciado,
mi necesidad más urgente
y lo único que no me roba vida.
Tú me matas.
Esto es muy cierto.
O tal vez soy yo
que me empeño y me empeño
en este prolongado martirio
de esperar que regreses
aplicando la misma fuerza
con la que te odio.
No sé si soy más yo
cuando te añoro
o soy más yo
cuando te desprecio.