Ya que me quedan pocos

Con qué cuidado

transito ahora por los días,

lentamente,

degustando cada uno,

alargando cada uno,

ya que me quedan pocos.

Con qué nostalgia me acuno en cada instante

viviéndonos,

llenándonos,

ya que me quedan pocos.

Con qué amor tan delicado beso la vida,

me matrimonio con ella,

y pare, para mí,

días que cuido como hijos

y como hijos quiero,

venerándolos,

ya que me quedan pocos.

Con qué lujuria  de sentimientos

transito por cada uno de los momentos

sintiendo sus olores,

saciándome de su intensidad,

reabañándolos,

ya que me quedan pocos.

Con qué codicia los disfruto,

los atesoro,

tratando de eternizarlos,

ya que me quedan pocos.

Francisco de Sales

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