Es invierno.
La época de las playas muertas.
El mar parece enojado
y descarga la rabia de sus olas
en las arenas amoratadas por el frío.
Y el viento.
Que no para de reinventar
la playa a cada momento.
Ningún grano se encuentra a salvo
del caótico traslado.
Y las plantas.
Las pocas que se arriesgan
a vivir cerca del mar
son ajetreadas desordenadamente
sin destreza y sin respeto.
Y las nubes.
Que por primera vez parece
que quieren ser eternas
usurpando al cielo su color azulino.
Es invierno.
Hay muerte en las playas muertas.
Francisco de Sales