Dolor inquitante

Vinieron los pesados caballos de la guerra,

los hijos de Atila enfurecidos,

las hordas crueles, los asesinos,

las tormentas armadas con rayos y truenos…

Vinieron los gritos desorbitados,

la sangre galopando sobre la muerte,

lo oscuro destilando veneno,

las lágrimas estallando en llantos…

Vinieron las noches huérfanas de esperanza,

los abrazos fríos,

la pena entonando himnos de luto,

el desamor bajo cero…

Vinieron mis recuerdos

y tú habitabas en todos.

Francisco de Sales

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