Presiento tu llegada.
Aún falta el tintineo de tu voz,
la maravilla de tu estar,
y la frescura de tu sonrisa.
Un revuelo leve de hojas multicolores
me confirma el presagio de tu regreso.
En cualquier momento
tu voz me dirá que ya has venido,
en una alfombra de ángeles
se escribirá BIENVENIDA,
y un coro de mariposas
bailará sus alas para ti.
También el sol colaborará:
ha prometido brillar todo el día.
La vida te aguarda.
Yo te espero.
El mundo reconoce
que es nada sin ti.
Queremos que llegues.
Francisco de Sales