Tengo que inventar
para ti
un nombre y una vida
donde poder instalarte.
Tengo que mentirme,
y mentirle al pasado,
y mentirle al mundo,
para convertir en verdad
mi sueño irrealizado,
aquel sueño en el que estábamos juntos,
éramos felices,
y nos amábamos.
No es cierto.
Jamás saliste de mi imaginación.
Jamás habitaste en cuerpo humano
ni latió un corazón en ti.
Fuiste un sueño.
Sólo un sueño.
Un sueño
Francisco de Sales