Hablar de nosotros
es hablar de desamor,
qué coincidencia,
qué mar sin calma,
qué noche tan vacía;
dos ausencias en la cama,
dos silencios solapados.
Las manos ya no se buscan,
la noche pasó de aliada a enemiga:
dos corazones desconexionados;
no se llaman los besos,
el amor desertó,
nuestro futuro se dividió en dos.
Hablar del pasado o del dolor
es hablar de nosotros
evitando el nosotros.