No hace falta más
para que una vida sea intensa:
Basta con cruzarse con otra mirada brillante,
reír con ganas,
abrazar y ser abrazado.
No hacen falta ni banda sonora
ni fuegos artificiales.
Sólo una voz pronunciando tu nombre,
un amanecer,
un río.
Ni tesoros ni eternidad.
Sólo estar y sentir.
Sólo darse cuenta.
Porque en cada momento
se vive toda una vida.
Francisco de Sales