El mundo,
ave rapaz de sanguinarias uñas,
se abalanza sobre mí
con la innoble tarea de asolarme.
La vida, también.
Es una bruja camuflada en flor,
con labios carnosos en celo,
voz de sirena cantarina,
y aire de mariposa tímida.
En sus tripas de fuego,
cocedero de tragedias,
esconde armas, venenos, cristales
y chirriantes hienas
ansiosas de rebanar cuellos.
El mundo,
como la vida,
tiene dos lecturas,
dos intenciones,
dos caminos.
Francisco de Sales