Para hablar de ti

Ningún verso se atreve a hablar de ti.

Tiemblan como novatos

al pensar en la responsabilidad

de describir tus ojos, y sus paradojas,

la mirada, y no quedarse cortos,

el cabello, y cómo decirlo,

o tus manos.

Tiemblan

ante la avalancha de adjetivos,

por no traficar con tópicos,

por dudar de lo que ven cuando te miran,

porque no hay sinónimo para ti.

Tiemblan lúcidos,

a pesar de su experiencia,

porque todo lo que saben es poco

para hablar de ti.

Francisco de Sales

Deja una respuesta