Angélica

Una cálida promesa de futuro: eso eres.

Y un hogar que se llenará de vida: eso también.

Otros dicen que eres Angélica.

Pero no has de inquietarte por lo que eres:

has de ocuparte de lo que serás,

has de huir de adjetivos y definiciones.

De nada te servirán lisonjas, si no son propias,

ni frases si las oyes pero no las sientes,

ni esperanzas si te atan a la espera.

Has de ser.

A tu ritmo y tus circunstancias.

Has de buscar.

Entre las dudas y las apariencias.

Has de crecer.

Hasta donde te lleven tus alas.

Has de sentir.

Alegrías y tristezas.

Has de amar.

Con toda tu capacidad, con todas tus fuerzas.

Has de tirar.

Escombros, trapos viejos, rabia, pobreza.

Has de tener.

Vida, Dios… y paciencia.

Francisco de Sales

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