Tontada

Lejos,

unos truenos roncos y bravucones,

entonan terrores y quebrantos

y asustan al mundo.

El espectáculo,

aderezado con rayos efímeros,

es una fiesta del infierno

o un enfado del cielo.

Verlo,

escucharlo,

y gozarlo,

o sufrirlo,

es una maravilla.

Lástima

de los ciegos

y de los sordos,

que no pueden sentir ambos.

Francisco de Sales

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