Otra vez triste

Estoy cansado

de tanto llorar la misma gota de lágrima,

del mismo tiritar de terremoto,

de la misma congoja fúnebre.

Estoy harto del cotidiano invierno,

de este sed de que llegue lo bueno,

de ver la tristeza en mis espejos

y una voz de silencio en mi alegría ausente.

Estoy agotado,

abatido por el peso de tantos mundos sobre mi cabeza,

por las noches en duermevela

al aguardo de más infiernos.

Estoy muerto, a pesar de estos latidos,

muerto de pena y de ilusiones,

trágicamente acosado por el desencanto,

arduamente acribillado por tristezas,

y exilado del paraíso utópico

donde la guerra amamanta a la esperanza.

Estoy, otra vez, triste.

Francisco de Sales

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