Verte sonreír,
sólo sonreír,
tus ojos brillantes siempre brillantes,
de un resplandor imborrable,
y tu sonrisa alegrando tus labios,
alegrándome,
es ver más de lo que soñara,
más de lo que pidiera,
porque
verte sonreír
es como ver amanecer el sol en tu boca.
Francisco de Sales