Las lágrimas
son ese mar apretado
que se desbrava por los ojos,
ese grito que se destila en lloreras,
ese monólogo sin voz que tanto dice,
ese ruego de conmiseración y solidaridad,
y ese escape por el que uno sale
como lágrima
tras las lágrimas.
Las lágrimas:
esa protesta tan sentida,
o esa afirmación irreductible.
Las lágrimas:
la sinceridad que uno es.
Francisco de Sales