Comunico al mundo mi deseo
de viajar en el tren de la locura,
con las ventanillas bajadas,
que entren las flores, que salgan las golondrinas,
sin abandonar los raíles de nata,
carceleros de un tren que ansía volar
con sus alas de nubes, de colibrí, de cometa,
anidar en un roble, una higuera, una palmera,
cazar, pescar, robar para alimentar sus polluelos,
trenecitos de delicadas ruedas
que un día izarán sus vuelos,
atravesarán túneles,
llegarán puntuales a sus destinos
con el vientre lleno de viajeros
y yo seré uno de ellos,
del tren de las fantasías posibles,
el que sólo para en la estación de los sueños,
tren jirafa, tren dinosaurio, tren tortuga,
saliendo de la Estación de Francia
donde un manicomio entero embarcará su magia,
destino el inicio de ese otro mundo,
donde nos espera el mejor destino.
Francisco de Sales