Abril

Dile a Abril que vuelva,

que echo en falta su presencia y su calma,

y la noche llegando tarde al día,

y la mañana amaneciendo muy despierta,

siempre cargada de promesas o de tormentas,

de mil aguas siempre nuevas,

de mil lluvias,

Abril lluvias mil.

Dile que hoy, en junio, le añoro.

Que siempre pienso que fue corta su estancia,

que siempre sueño que le tengo dentro,

y su calidez me llena,

y su añoranza,

y su ausencia.

Dile que le quiero,

ahora y aquí,

para el resto de los tiempos,

Abril.

Francisco de Sales

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