Este pensamiento mío,
tan indisciplinado,
me lleva de Dios a las goteras,
y se queda tan ancho.
Apenas ve que me concentro en cualquier filosofía,
en algún conflicto humano,
me habla de las quinielas,
de lo inquieto del clima,
de política basura
o de cenar pescado.
Este pensamiento mío,
tan diseminado,
tan ufano,
me gobierna con mano temblorosa,
con dictadura de barro.
Este pensamiento mío
me es extraño.
Francisco de Sales