Pienso en este momento
que una distancia insalvable
de posibilidades y de pensamientos
nos evita y nos aleja.
Pienso que nunca saldrás de la utopía
y siempre me serás prohibida,
y sin tú saberlo
serás mi inalcanzable deseo.
Pienso que algún milagro debiera apiadarse
y hacer que coincidamos desnudos
con las manos rebosantes de caricias
y los besos ansiosos por depositarse en el otro
y las miradas preñadas de cariño
y las palabras resguardadas en el silencio
y los cuerpos lujuriosamente alterados
y los brazos abundantes de abrazos
y los animales sueltos a sus instintos
y las sonrisas complacientes y hermosas
y el cariño despierto y generoso
y que ese momento se alargue
con vocación de convertirse en eterno.
Francisco de Sales