Habitante del borde mismo del abismo, sufridor impenitente de esta vida cruel, enemigo irascible y contumaz, llaga reincidente, marioneta huérfana… arlequín de luto, viajero por los glaciares de mi corazón al que nunca llego y niego, voz intrusa del pesimismo……
Me bulle en el corazón una soflama hinchada sollozando de tristeza. Me habitan desencuentros, ahora infierno, luego delicia, ahora sueño, ahora envidia, ahora trueno, nunca malicia. Me acorralan contradicciones ver ó ser ciego, dar ó avaricia, y no hay Dios…
Como un avión cojo de un ala, la derecha, o como una nube encorsetada en armadura de guerra, o como marioneta inerme que sólo vive a través de las cuerdas, así me siento frente a ti: desvencijado, desarbolado, desertor, otro……
Confío en la vida levemente o sin cortapisas, según tenga el día. Depende, grandemente, de que las nieves del Everest me hayan dejado dormir, de que todos los mosquitos tengan coche y las ciruelas aniden o no en el fondo…
Cretinos... Inocentes... Falsos... Podrían convivir, tranquilamente, sin sobresaltos, todos los adjetivos opuestos que nos definen afinando, y nunca podríamos descartarlos. A veces una cosa, otras lo contrario, con la única certeza de la muerte acechando. La vida corre, alocadamente, a…
Me despierto en el medio de la noche y no sé quién soy. Era, en el sueño, mariposa, bucanero, corredor o bailarina. Trastabillea mi pensamiento mientras se busca en la cordura. ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? La habitación no alberga ni…