Cada uno de mis pensamientos
comienza con un suspiro.
Cada uno de mis pensamientos
contiene un puñal escondido.
Es curioso que lo bueno
-que lo hubo y mucho-
quede sepultado por lo malo
-que lo hubo y mucho-.
Es curioso que el amor
-que lo hubo y mucho-
sucumbiera ante el odio
-que lo hay y mucho-.
Es curioso añorarte a pesar de todo.
Es curioso cómo el corazón se autoengaña,
cómo quiere sobrevivir a la realidad
que es que tú no me amas
y tal vez nunca me amaste
y es seguro que ya nunca me amarás.