Hágase su voluntad

Apenas hay un universo de distancia entre tú y yo,

casi nada.

No hay amor que no supere eso.

Pero no hay amor.

Hace muchos años

la distancia ni siquiera pensaba en nosotros.

Juntos.

Tú y yo.

Ni siguiera la “y”

se interponía.

Tuyo.

Nosotros.

La realidad es tan cruel que nunca miente.

Lejos quedan los arrumacos,

lo que construimos,

la cama deshecha,

el asalto por sorpresa,

las manos enlazadas,

las sonrisas.

Decirnos adiós es un acto de caridad.

El destino nos quiere separados.

Hágase su voluntad.

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