Vivir requiere
paciencia e impaciencia,
atención y distracción,
alegría y tristeza
y una pizca de olvido.
Las vidas tienen tantos ingredientes distintos
que repetir una de ellas
resulta imposible.
Noches en vela
por felicidad o desesperación,
amaneceres esperanzados o somnolientos,
dichas,
ilusiones,
alguna que otra decepción,
sorpresas para bien o para mal,
familia,
sueños o pesadillas,
repechos cuesta arriba,
caídas vertiginosas
y amor.
O no.
Pero sin estos ingredientes…
No hay vida.