Diciembre

Diciembre persigue a julio

sin lograr alcanzarle.

Ansía su calor inherente

y las playas abarrotadas,

ver los cuerpos semidesnudos,

las faldas cortas,

la piel bronceada,

las vacaciones masivas,

y los amaneceres poblados.

Antes quiso ser octubre,

mitad templanza y mitad hojas secas,

quiso despeinar los árboles,

arrimar un poco a los enamorados,

proponer paseos en el viento

y encender las primeras chimeneas…

No pudo.

Se quedó en Diciembre inmenso en tormentas,

las nieves escapándose de los dedos,

el frío como hiriente espada,

las noches inertes y deshabitadas.

Sólo puede ser Diciembre,

el duro diciembre.

Francisco de Sales

Deja una respuesta