Estoy deseando
que una de estas tardes
el mar llame a mi puerta con las olas en sus manos,
o que un huracán indisciplinado me invite a bailar un vals,
que a la lluvia le crezca el pelo,
las vacas coman ternura,
un amanecer, tardío y nostálgico, cante boleros,
y el infinito se despinte de blanco.
Estoy deseando
que una de estas tardes
el aire reparta besos,
el cielo baje a la Tierra,
los aviones tejan bufandas de lana,
beatifiquen por fin a las codornices,
San José Obrero vaya al paro,
los amaneceres digan buenas noches educadamente,
o que las estrellas se derritan.
Estoy deseando
un poco de magia en mi vida.
Francisco de Sales