Sin la poesía

La poesía me es infiel.

A veces

se escapa

a no sé dónde

y me deja en un estado

de vacío y tristeza seca

al que le faltan alas

y lágrimas y colores.

Se pasa varios días ausente,

y yo, sin corazón y sin palabras.

Un día,

sin avisarme,

sin un emisario estruendoso,

reaparece en mi sentimiento,

prudentemente indiscreta,

sorprendiéndome con una imaginación

que en realidad no me pertenece;

pone adjetivos atinados

a mis recuperadas emociones,

me envuelve en una alegría insonora,

y tiñe mis ojos de magia.

Francisco de Sales

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