Estuvo buscando el mar
por los cauces ásperos de los ríos,
por las arduas llanuras de secano,
por las estepas desoladas,
por los pasillos de los hospitales,
por los vericuetos de la imaginación…
miró tras las puertas catedralicias,
en las raíces de los castaños de indias,
en los envases vacíos
y en los más recónditos rincones…
buscó en las cuevas prehistóricas,
en las edades de los hombres,
en los huecos de los ascensores
y en el fondo más secreto de los bolsillos…
en todas partes buscó, menos en una:
en el mar.
El mar siempre estuvo en el mar
y nunca jugó a ser invisible.
Francisco de Sales