Mi recuerdo no es sincero.
Si piensa en ti se llena de flores y risas,
de amor y maravillas.
Si habla de ti se le empalagan las palabras
y te colma de los mejores adjetivos.
Si apareces por su sueño,
se prodiga en genialidades y buenas venturas.
Mi recuerdo no es sincero.
Te cambia de historia,
dulcifica lo malo que es cierto,
y modifica la verdad,
autoengañado sin saberlo.
Mi recuerdo no es sincero.
Te instala en un trono mullido,
te idealiza como los cristianos al cielo,
y se inventa un final distinto,
un final de ensueño.
La realidad, cuando se escapa del recuerdo,
te pone en tu sitio, y entonces eres tirana,
déspota, un poco ruin y nada de cielo.
Eres, lo siento, extraña, fría, epicentro.
Eres sólo tú y tu mundo,
sólo tú y tus deseos.
Francisco de Sales