Llamada

Te conmino amorosamente

a que te presentes en mi corazón

y te hagas cargo de la dulce carga

de amor que atesoro.

Te ruego encarecidamente

que tomes posesión de mi vida,

que es de tu pertenencia,

y la llenes de luz y de ti.

Te pido humildemente

que recojas todo lo mío que es tuyo:

aire, miradas, sueño, poesía…

lo que fui y lo que soy.

Te solicito formalmente

que seas mi Diosa, mi Reina,

acaparadora de mis sentimientos,

hacedora de mis respiraciones.

Francisco de Sales

Deja una respuesta