Silencio

Me asomo con sorpresa

al mundo de tus latidos;

más allá de cada pulso

sólo existe una nota,

muda y repetitiva,

que pasa inadvertida:

es el silencio.

Escucho tu ritmo:

latido, silencio, latido…

Deseo que no se subleve un silencio

que quiera inmortalizarse;

deseo que tu sangre siga viva,

y vivo tu amor y tu cuerpo,

y viva tu vida,

y vivo tu cielo.

Francisco de Sales

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