Me lancé por todos los barrancos
que encontré en mi vida,
emprendí todos los caminos de la autodestrucción,
no quedó veneno que no probara
ni puñal que no hundiera en mí.
La muerte, no voy a negarlo,
era el mejor de mis sueños y mi objetivo.
Morir:
desocupar los pulmones,
dar descanso al corazón,
decir adiós a las nubes.
Destino infructuoso.
Ventana sin vistas.
Final sin fin.
Vivir me resulta amargo.
Tus recuerdos están contra mí.