Me asusta
-lo reconozco-
indagar en mí,
entrar dentro,
la introspección,
quedarme a solas conmigo.
Me da miedo
escucharme cuando soy sincero
-por eso lo evito-
y descubrir mis demonios,
indagar en mis infiernos,
ser honesto conmigo.
Temo
a las preguntas
que no me hago
y a las respuestas
que no me doy.