Renacerá

Cae mil veces y se levanta otras mil.

Llora y se seca el llanto.

Sufre y lo resiste en silencio,

a escondidas,

por detrás de una sonrisa falsificada

que se presenta como ilesa.

“No pasa nada”, dice.

Pero pasa.

Y lo calla.

Vuelta a empezar.

Otro dolor.

Recoge los pedazos maltrechos

de su corazón descorazonado

y lo recompone;

le insufla vida y sonríe.

Esta vez, un poco más sincera.

Por dentro, sin que lo sepa,

se está gestando ella

ella, la auténtica

y en cualquier momento,

en un parto largamente esperado,

se liberará del líquido amniótico que la contiene

-hecho con sus propios llantos-

y renacerá.

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