Conjunto de palabras

Nunca la locura ha encontrado más motivos de ser

que rebuscando en lo negro de tu mente.

Ningún mecenas ha invertido más terror

en las grietas de tu cuerpo

que mis ojos de canela, fuertes, y tiernos,

recorriendo tus infiernos.

Así que si algún día huérfano

recabara una limosna menesterosa,

y pidiera una migaja de beso de tus labios usureros,

líquidos,

otra vez más: usureros,

sólo recibiría la despiadada discrepancia

o el conflicto más intenso.

Para no caer en las garras de tus manos,

para no claudicar ante tus huesos negros,

para no recibir puñaladas en mi alma,

saldré corriendo en vuelo fértil

hasta los más zaino del cielo.

Moriré escondido entre nubes,

con el remordimiento enamorado,

ausente de lazos azules,

neciamente esperanzado.

Francisco de Sales

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