Regreso de los picos de Europa

Hago el camino de vuelta a casa,

después de unos días idílicos;

después de haber tocado las nubes,

o haber bebido agua del envase del manantial;

después de haber visto el parto de la noche

dando a luz a la luz,

y al sol enrojecido por el parto;

después de haber hablado con los pájaros.

Podía llegar a casa dentro de unas horas

o podía llegar un mañana que nunca llegara.

No tengo prisa en los pies,

y el alma no quiere despegarse

del nido donde ha reposado.

Mis ojos ya añoran el otro paisaje,

y mi paz dejó de estar tranquila;

mi pensamiento no está aquí:

casi todo yo sigo allí.

Francisco de Sales

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