Dime,
¿me amas?
Tu silencio penetra
como un muy afilado cuchillo
en mi alma.
Un no rotundo, me haría menos daño.
Un no cobarde,
como es un silencio,
mata más despacio
porque es una muerte
que antes pasa por el corazón,
por la mente,
se hace tormento
y se empapa de lágrimas.
Duele.
Lentamente, pero mata.
Lo hace con un dolor sin consuelo,
dolor crudo,
dolor duro.
Aunque a fin de cuentas es muerte.