No quiero ser viejo, aunque lo soy. No me quiero sentir viejo, pero tampoco puedo negarlo. El tiempo también fue implacable conmigo, y a cambio de mi vida me ha dado achaques y olvidos. Veo caer las hojas, y me…
A tientas ando. Sin ver la luz ni el futuro, sin sentir emociones ni escalofríos, sin saber por dónde. A tientas. Ciego de todos los ojos, perdido, huérfano de esperanza, enfebrecido. A tientas. Las manos amputadas, los pasos tremulosos, las…
A riesgo de que me llamen blando, con motivo, y bueno, con envidia, me atrevo a pisar las nubes, con delicadeza, los campos de sueños, con alegría, y la huella de tus pasos, con ilusión. Aunque el porvenir insista no…
Querida: cordón que me ata a la vida, verso escrito con flores, luz festiva en mis tinieblas… Te elevo el ruego enfebrecido de al menos uno de tus besos, de la turbadora mirada de tus ojos, de una de tus…
La luz, que se despierta despertándome a su luz, y el sol, que me abre los ojos de ver el sol en el sol, y la vida, que es vida sólo cuando la vivo, y el amor, que me habla…
Cuando el amor experimenta fuera de los cauces habituales -esos amores que de puro normales son cotidianos y no tienen magia-... y cómo el amor intermedia entre dos personas dispares, por su edad o por la esperanza de su mirada,…
Tu voz de cumbres lejanas, de pájaro en flor, insiste en llegar, como sea, a mis oídos ansiosos. Atraviesa las distancias que se interponen entre nosotros. Viaja en brazos del aire. En su pensamiento gobierna el deseo incorrupto de entregarme…