Un folio en blanco, la noche prometiendo desamparo y eternidad, las emociones alteradas y los ojos reventones de lágrimas… ¿Qué más se puede pedir para sentirse poeta? Francisco de Sales

Se acaban de marchar los demonios de la prisa, los aires urgentes y nerviosos, las voces de las escandaleras, la vida caótica… se ha instalado la noche sin adjetivos, y una calma que emana de un piano de notas lentas;…

Lleno las páginas de palabras y no sé para qué. Ahora mismo, ahora, podría estar viendo el mar, hurgando en los cajones, comiendo pepinillos, hojeando u ojeando un libro. Podría estar tumbado en el sofá atento al paso de los…

Es curioso cómo me llaman los folios en blanco para que les fecunde, o les preñe de palabras y les cuente una historia. Es curioso cómo me gusta coger una pluma, nacer una frase y seguirla en su crecer. Es…

Mi corazón, siempre, y mi ego, a veces, quisieran encontrar las palabras precisas que electrizaran la emotividad del lector para llevarle del recuerdo al dolor, del corazón al deseo, de la muerte a la luz. Quisiera alterar sus lágrimas, y…

Ni místico, ni mágico, ni distinto: el poeta es un observador que escucha sus propios ecos, que usa algunas palabras proscritas del lenguaje cotidiano, que traiciona a conciencia a la lógica, desboca su imaginación de niño, rechaza lo concreto y…

No sé si son sus ojos, rastreadores expertos, o si es su mente, que es de otra manera, o si es su sentimiento, sensible y mágico… pero sabe aislar el hecho cotidiano de lo cotidiano; apunta con el foco de…