Cuando escribo
se para el mundo
y me deja
solo y a solas
viendo brotar de mi pluma,
y sin contar conmigo,
esta cosificación de pensamientos apátridas,
o esta locura,
este sindiós y sin pies,
sin madre ni asidero,
que brota rompiendo lo lógico
y entrando en lo absurdo;
son cosas desordenadas
nacidas de un caos;
son, como su nombre ya indica,
una pataleta verbal,
una tragedia gramatical,
un desorden impune,
y una forma de decir nada
pero con muchas palabras.