Me ronda el sueño.
Se sube a mis párpados,
y pesa como un mundo.
Cuando llega esta hora,
la consciencia me abandona,
inconsciente redomada.
Nunca hemos hablado de su horario:
no hicimos contrato.
El cuerpo multiplica su peso,
y no puedo con él.
Si empiezo un pensamiento,
se acaba en el mismo comienzo.
¿Dónde estoy yo?
¿Quién se ha quedado en mi cuerpo?
¿Dónde estoy mientras duermo?
¿Y quién ha escrito esta tontería?
Francisco de Sales