La tristeza maneja mi pluma,
la desilusión dicta cada verso;
llorar es el verbo que más uso
y morir es de los que pienso más a menudo.
Vivo camino hacia la muerte,
con la mirada gacha
y el penar como sombra.
Preferiría escribir sobre mariposas
y de puestas de sol junto a mi amada,
de amaneceres a su lado,
con una sonrisa de oreja a oreja
y borbotones de amor y pasión.
La tristeza maneja mi pluma.
Esta es una dolorosa aseveración.
Me duele poder contagiarla.
Prefiero que sea toda para mí
y que el mundo siga en su jardín
cultivando ilusiones y caricias,
recolectando magia y alegría.