Mis manos sin ti

Tengo manos de pedigüeño,

manos que no pueden acoger,

manos de alma rota en una esquina,

tristes como pechos sin un niño que alimentar.

Tengo manos hechas al vacío,

huérfanas de caricias,

acalladas una y otra vez.

Tengo manos sin aventuras,

sin piel que recorrer,

heridas por ausencias,

encarceladas por la vida.

Tengo manos sin espíritu

pero que ya no quieren callar;

manos subversivas que lo imploran todo,

manos de dolor y miedo,

manos que necesitan otras en las que reposar.

Tengo manos ansiosas de ti.

Deja una respuesta